viernes, 16 de noviembre de 2012
Otoño 2012 (III) El molino
El molino ha sido un descubrimiento casual. Desconocía totalmente esta parte del río, debido en mayor medida a que no suele estar tan bajo de nivel el embalse.
El molino dispone de una presa perfecta de losas y cantos rodados, que con el tiempo se ha roto en su parte central, proporcionandole al río una bonita y fuerte corriente principal y varias corrientes secundarías.
Es un edificio en ruinas, pero muy bonito. Nos ha hecho viajar mentalmente a otra época.
Y digo "nos ha hecho" porque Teresa vino una vez más conmigo. Bendita paciencia la suya! Pero no creo que lo pasara mal, este paisaje proporciona paz para el espíritu.
Los barbos no se dieron mal, aunque estaban muy recelosos. Antes siquiera de poder tenerlos a tiro, mucho antes incluso, ya se asustaban. Solo cuando una brisilla de viento empezó a soplar, pude acercarme algo más a ellos, pues a parte de las corrientes del molino, pocas más había, y encima, en las corrientes, no querían saber nada de la mosca.
Los barbos fueron pequeños y medianos, como era lo esperado y no había muchos obstáculos. Por eso los pesqué con una línea #5, aunque la pobre Scott trabajó lo suyo.
El sitio es precioso para pasar una mañana de pesca. Fácil acceso y fácil de pasear por sus orillas. Los lances sin ninguna complicación en forma de árboles, aunque esto es un pro para pescar y un contra a la hora de buscar una sombra para comer. Lástima que este lugar quede inundado la mayor parte del tiempo.
En la parte superior del tramo los barbos ya dieron algo más de guerra pues aumentaron un poco de tamaño y las rocas empezaban a florecer en la superficie del agua. Eso si, en estas pequeñas corrientes si que estaban algo más dispuestos a subir a la seca, aunque hubo que bajar el tamaño de la mosca hasta él de una hormiga de foam.
En este río los peces tienen por costumbre, una vez se sienten clavados, atravesar perpendicularmente la corriente en dirección a la orilla contraría, para luego descolgarse aguas abajo, enganchando con la línea y el bajo todas las piedras que haya por medio.
Con barbos del tamaño de él de la foto, aún la pelea es asequible, máxime si no hay un exceso de corriente, pero con barbos por encima de los 70 cm. la cosa pinta muy fea pues es muy difícil impedir que se metan en la rocas y acabas partiendo.
Y tras ponernos un poco en apuros con una bonita palea, lo que menos que podemos hacer por estos peces es devolverlos lo mejor posible a su medio.
Últimamente salgo mucho en las fotos, se nota que llevo reportera gráfica.
Buena jornada de pesca. No recuerdo bien cuantos peces sacamos este día, no se si llegamos a la decena, aunque para un par de horas de pesca no está tan mal.
Pero como digo siempre, no es tanto cuántos, sino cómo y con quién.
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Hola ALfonso valla fotos chulas y no veas que sitio mas guapo de esos que no te estorba nada muy bonito, enhorabuena por esos barbos ahy que aprovechar esos dias de sol pronto entrara el frio y se complicara mucho la cosa ,un saludo.
ResponderEliminarPrecisamente conozco ese sitio, pero no pude llegar pues me encontré con una valla de una finca...,se ve que entraste por otro lugar..
ResponderEliminarEs una pasada.
Bonito e interesante,saludos.
ResponderEliminarDavid, el sitio está chulo, pero si todo va como debe de ir, este invierno ya desaparecerá bajo las aguas, así que solo es aprovechable de vez en cuando.
ResponderEliminarCarlos, pues no se... a mi me resultó muy fácil llegar y había varios caminos de acceso pues entré por uno y salí por otro.
Alberto, un año de estos tienes que decidirte a tentar los barbos, que te vas a llevar una buena sorpresa.
Un saludo y gracias por comentar.
Precioso sitio y magnífico reportaje.
ResponderEliminarTambien lo encontramos por casualidad unos amigos y yo, en nuestra primera visita a la zona, en este caso a lucios y a spinning.
Enhorabuena.