Descubriendo Pirineos

Como sabéis alguno de vosotros me he ido a vivir a Pirineos. La verdad, llegué pensando que hasta la primavera no tocaría trucha, salvo tal vez en algún intensivo de esas truchas muñonas. Triste consuelo para tan bonito lugar.
Sin embargo me llevé una alegría tremenda cuando Javier, un bombero de Jaca, me dijo que podría pescar algún coto sin muerte hasta el fin de octubre.

Siguiendo sus consejos e indicaciones me acerqué hasta un pequeño lago cerca de Panticosa, en un día que a las 9 de la mañana había -2,5ºC y un viento que apenas me dejaba lanzar. Menos mal que a mediodía el sol pudo salir por encima de las altas cumbres que rodean el lago y las truchas y yo pudimos activarnos

La técnica consistía en lanzar mi línea #4 de hundimiento IV hacía las zonas donde el lago cogía profundidad y dejar que bajaran, luego recoger despacio y a pequeños tirones unos buzzers de faisán.

La cosa funcionó y al final pude clavar 8 truchas, pero solo toqué 6, muy bonitas, aunque había tres tipos de trucha. Eso me dio muy mal rollo. Se notaba mucho que cada una venia de una repoblación distinta

Al día siguiente pesqué el río Aragón, que hasta final de octubre se pueden pescar algunas zonas sin muerte. El río venía bajo y transparente, pero hacía mucho frío y algo de viento. No se veían moscas así que decidí pescar con un tándem de dos ninfas, la de punta de faisán y la de arriba en oliva oscuro de liebre.

Pescando aguas arriba o a veces perpendicular a la corriente, iban saliendo las truchillas, nunca mayores de 25-28cm. Había dos tipos, unas que se notaban claramente que eran repobladas y otro tipo que parecía que eran nacidas en el río, no sé si autóctonas o no, pero sí con colas perfectas y aletas y cabeza grandes.

Según avanzó el día salieron unos plecopterillos y alguna efémera grandota, así que puse un tándem de seca y una ninfilla. Unas subían a la seca y otras tomaban la ninfa. En un momento dado la seca se hundió, clavo y una locomotora corre río arriba sacándome línea sin cesar. Pensé que era mi primer truchón del Pirineo, pero tras 20 min de pelea (llevaba un 0,12mm de bajo) y carreras río arriba y abajo, salió este barbo tan chulo. Mi primer barbo pirenaico.


Al final, por la tarde, de regreso al coche, las truchas se cebaban sin cesar en un pozo y acabé la jornada pescando tres o cuatro truchillas a seca.

Creo que me va a gustar mucho Pirineos, ya estoy deseando que llegue la temporada que viene