martes, 26 de enero de 2021

Aventuras y desventuras de un novato del bambú (I)

 Como bien dice el título, soy un novato en esto de montar cañas de bambú. En otras RRSS he ido publicando fotos y explicaciones del proceso de fabricación de mi primera caña de bambú refundido. A modo de diario, más visual que escrito, estoy explicando mis jornadas de una manera totalmente informal y para nada técnica. Ahora estoy decidido a hacer una serie de entradas explicando el proceso que yo he seguido para la obtención de mi primera caña de bambú, la cual no está terminada en el preciso momento que estoy escribiendo estas líneas, aunque si muy avanzada.


 El motivo que me ha llevado a escribir estas entradas es precisamente la dificultad que he tenido yo para poder conseguir información en castellano sobre el tema y más aún de información sobre ello en España. A diferencia de otros países, en el nuestro no hay muchos lugares de donde poder beber para llevar a buen puerto nuestra caña. Además, cuando encuentras algo, si son distintas fuentes, no suelen coincidir en la manera y forma de construir una caña. Si en lo básico, pero podemos decir que no hay una única manera de llegar al mismo destino: una caña de bambú.

Ahora, al inicio de estos escritos, tengo que pedir disculpas anticipadas a los expertos “rodmaker” que me puedan leer. No pretendo ser técnico, soy un absoluto novato que aprende día a día, por lo que seguramente muchos de los procesos se deben hacer de otra manera a la mía. Yo me he adaptado a mi equipo, a mis carencias y a mis pocas virtudes. 
No voy a hablar de características técnicas del bambú, ni propiedades, ni especies de bambú. Para ello ya hay otros escritos mucho más técnicos y por gente con mucha más preparación. Solo voy a contar lo que yo estoy haciendo, mis progresos, mis fallos y las dificultades que me voy encontrando. Seguro que eso puedo ayudar a otros novatos.

Mi primer hexágono de bambú 

También debo decir que por influencias de mi mentor Paco Lizarraga y por mi forma de ver la pesca a mosca, no veo la construcción de cañas de bambú como una “técnica de alquimia”. No creo que sea necesario que un constructor de cañas de bambú esté tocado por la divinidad, cualquier persona con una pocas habilidades y mucha paciencia puede iniciarse en esto. No me dejo arrastrar por la ortodoxia y la tradición. Las respeto, pero no comparto ciertos extremismos, ni puratinismos. Como he dicho antes, hay montones de maneras de poder llegar a un mismo sitio, tantas como constructores. He leído y visto todo lo que he podido sobre tema y he cogido cosas de aquí y de allí. Hay cosas que me gustan de la tradición y cosas de las nuevas tendencias. Uso casi todo el tiempo herramientas manuales, pero no me cierro en un futuro a adelantar procesos mediante maquinas que tengo previsto poder fabricar.

Por eso, si eres novato como yo o te estás planteando empezar a construir cañas de bambú, solo te puedo dar un consejo: busca tu camino. Empezamos!

Nunca fui un fanático de las cañas de bambú. Pero es cierto que hace ya un montón de años (más de doce seguro), tuve en mis manos una preciosa caña de bambú de la casa Hardy. Fue en una tienda de pesca de Zamora, la cuál ya ha cerrado hace unos años. Me enamoré de esa caña y aunque parecía tener un precio prohibitivo, he sabido con el paso del tiempo que era una ganga. Esa caña fue adquirida por mi amigo Miguel Casaseca, mi mentor en esto de la pesca a mosca.

Hace unos años, conocí a Paco Lizarraga, también conocido como Paco “Maravillas” por las cosas tan geniales que salen de su cabeza y sus manos. Moscas, cañas de bambú, máquinas... Una de las mentes más inquietas que he conocido nunca. 
El primer día que pesqué con él, llevaba una pequeña caña de bambú que él había fabricado. Luego nos hicimos amigos y pude ver varias de esas cañas, probarlas y sufrir el “síndrome del bambú” (que no es otra cosa que un dolor intenso en el antebrazo tras pescar varias horas con una de estas cañas, más pesadas y cabezonas que una de carbono).
Un día me regaló una caña de bambú con mi nombre (hice una entrada de aquel día). Y ahí me quedé fascinado del bambú. Si bien no pescaba mucho con esa caña porque era de una numeración del 5 o 6, excesiva para Pirineos, si que la sacaba con frecuencia de su funda para apreciar sus formas y su tacto. Me dije a mi mismo que un día yo haría una.


El fabricar cañas de bambú nunca fue una prioridad para mi. Era un proceso a largo plazo, un “algún día...”. Eso cambió hace un año y medio o así. Yo estaba muy ocupado acabando de fabricar unos muebles para nuestra nueva casa, pues desde hace un tiempo la madera es otra de mis aficiones, cuando recibí la llamada de Paco. Me dijo que un viejo rodmaker quería deshacerse de su equipo porque ya no montaba cañas y Paco pensaba que podía ser una buena oportunidad para que yo me iniciara en este mundillo. Llegamos a un acuerdo económico y así pude adquirir un sin fin de cacharros y equipo que el bueno de Paco recogió por mi y me los trajo a mi casa. La verdad es que fue un golpe de suerte porque pude avanzar seguramente dos o tres años de preparación del equipo.

El día que el equipo llegó

Junto al equipo vino una copia traducida del libro de Wayne Cattanach “Construcción artesanal de cañas de bambú para pesca a mosca”. Se puede encontrar para comprarlo en inglés y creo que en la red también está traducido al castellano. Yo tengo ambos, pues compré el original y con el equipo me venía una traducción del mismo que facilita mucho las cosas.
Así que mi primer consejo es que te leas este libro y te empapes de toda la información que puedas obtener. En Youtube hay muchos vídeos del proceso de fabricación de una caña de bambú. Mira todos los que encuentres.

Lo imprescindible para comenzar creo que puede ser lo siguiente:

-Un molde de desbaste. Se puede fabricar en madera y ayuda a conseguir el primer ángulo de 60º en nuestras tiras de bambú y también a cepillar las tiras hasta conseguir un triangulo equilátero, los llamados triángulos primarios.
-Un molde ajustable. Yo tuve la suerte de poder comprarlo, pero se puede fabricar. Desconozco todo el proceso pues yo no lo tuve que hacer. Es un molde de acero calibrado, ajustable, con el cuál le daremos el perfil que queramos a nuestras tiras.
-Un horno para darle tratamiento térmico al bambú. Yo también lo adquirí con el equipo, pero en el libro que os menciono viene una manera de poder fabricar uno.
-Un reloj comparador con su base. Imprescindible para poder ajustar el perfil en el molde ajustable. Hay que comprar junto al reloj puntas de contacto de 60º
-Galgas de 60º para poder comprobar los ángulos de nuestras tiras.
-Un píe de rey en centésimas de mm para poder ir haciendo nuestras mediciones.
-Un cepillo de carpintero. En este caso yo tenía varios cepillos, pero junto al equipo me vinieron otros. Para empezar se puede con un Stanley 9 1/2 que puede ser un cepillo comodín y es muy usado entre los rodmaker. Por supuesto habrá que comprar piedras de afilar al agua de grano 1000/6000, una guía de afilado para poder afilar las cuchillas en su ángulo correcto y aprender a afilar (para mi esto es muuuy importante) No recomiendo comprar una guía de afilado barata, perderéis tiempo y dinero. Yo uso una de la marca Veritas y otra de Trend.
-Una rasqueta. Yo uso una de la marca Bahco modelo 650, que uso para quitar el enamel del bambú.
-La maquina de atado. Sirve para atar las tiras antes del tratamiento térmico y cuando procedamos al encolado. No es imprescindible pues hay gente que ata a mano. A mi me vinieron dos maquinas con el equipo, pero es relativamente sencillo hacerse una. Hay muchos vídeos y tutoriales  en la red.
-Pistola de calor. Sirve para calentar las tiras de bambú, enderezarlas y comprimir los nudos del bambú. 
-Un formón para quitar la parte interior de los nudos del bambú.
-Una lima para limar los nudos.
-Un tornillo de banco con las mordazas lisas para poder comprimir los nudos.
-Bambú de Tonkin, a poder ser de al menos 50 mm de diámetro. Es muy difícil en estos momentos conseguir en Europa por culpa del Covid, pues la gente que lo importa no ha podido ir a China. Pero en España hay varias casas online a las que se puede pedir bambú de Tonkin de entre 35 y 40 mm que para empezar y practicar sirve de sobra. Mi primera caña está fabricada con este tipo de bambú, el cuál es económico.


Durante los primeros meses me dediqué a recopilar las herramientas y materiales necesarios para empezar. Tuve mucha suerte porque los moldes, el atador y el horno ya me vinieron con el equipo que adquirí, pero aún así tuve que ir poco a poco buscando todo lo necesario para empezar. También usé estos meses para ver vídeos y leerme el libro. Intenté no dejar cabos sueltos a la hora de empezar y tener todo dispuesto, pero es imposible y siempre sale algo a última hora que no tenías previsto. 

Me ha costado encontrar bambú especifico para la fabricación de cañas, pero si he podido encontrar varias tiendas online en España que venden bambú de Tonkin. No son grosores más allá de 45 mm, pero sirven para poder sacar de cada culm las suficientes tiras para hacer un talón y una puntera. No es bambú seleccionado para lo que queremos, así que no todo lo que nos manden podrá ser usado, pero al ser económico, nos podemos permitir desechar algunos palos. Sirven perfectamente para ir cogiendo mano con el bambú, practicar y cometer errores. Mejor practicar con este bambú que no con el específico para montaje de cañas porque entonces los errores saldrán bastante caros. Tengo cinco culms de buen bambú Tonkin que adquirí en Francia, pero los estoy reservando para cuando tenga soltura.

Bambú Tonkin comprado en España

No veo en los foros y en los vídeo que se haga especial mención al tema del afilado. Creo que es muy importante aprender a afilar. Debido a mi afición de trabajar la madera, he comprendido que una cuchilla afilada trabaja mucho mejor y es mucho más segura que una que no lo esté. Necesitaremos mucha menos fuerza para cortar y eso se traduce en seguridad. Además las cuchillas afiladas cortan y no "arrancan" el material, dejando acabados mejores.

Yo uso piedra de diamante de grano 300/1000 con la que  puedes quitar mellas en las cuchillas de forma más rápida. Son piedras más caras pero merece la pena.
Luego tengo una piedra al agua de grano 6000 con la que asiento el filo, dejando las cuchillas tan afiladas literalmente afeitan los pelos del brazo. Es mi control de calidad, si afeitan los pelos, cortarán el bambú.
Para rematar uso un tira de cuero que está pegada a un trozo recto de madera, la cuál unto con pasta de pulir metales y que dejan el filo como un espejo.

Mi estación de afilado. De izquierda a derecha: piedra de diamante 1000, piedra de agua 6000 y cuero con pasta de pulir. Arriba guía de afilado Veritas y sobre la piedra de agua la de Trend

Las hojas de mis cepillos tienen todas 30º en el filo. Para poder afilarlas con esa inclinación uso dos guías. Una de la marca Veritas y otra de la marca Trend. Ambas tienen pros y contras, pero la Trend es más barata y la Veritas es más cara, pero funcionan bien. Para empezar yo compraría la Trend. La de Veritas a mi me gusta porque es más versátil y la puedo usar con otras herramientas y cuchillas. No gastes dinero en una guía barata! Te llevarás cabreos a la hora de conseguir el ángulo correcto de afilado y te costará mantener un ángulo recto entre el filo y el lateral de la hoja.

Resumiendo:

-La preparación del equipo, a pesar de comprar mucho de una vez, me llevó semanas.
-Durante meses me empapé de toda información que llegó a mis manos y dejé pocas cosas al azar.
-Practiqué mucho el afilado e invertí en buenas guías y piedras
-No me he cerrado a ninguna idea. He preguntado a los que sabían y he cogido aquellas ideas que más se adaptaban a lo que yo quiero.

Y después de todo esto, me decidí a comenzar a practicar. Para ello me propuse construir una caña desde el principio e ir avanzando según controlaba cada paso.

En las próximas entradas iré hablando de como me ha ido el proceso de construcción.

4 comentarios:

  1. Gran articulo Alfonso.Conservo una que me regalo'Cristobal(alzuro) en Asturias.me encanta pero ya mi brazo no esta'para ellas,un saludo amigo

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    1. Gracias Alberto. La idea es hacer un pequeño diario de como voy haciendo mi primera caña de bambú. No veas en que jardín me he metido! Jejejeje
      Un abrazo!

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