viernes, 13 de marzo de 2009

La conversión

Colaboración de mi estimable amigo J, del otro lado de los Pirineos...

La onda se propagaba por la superficie, acercándose inexorablemente a los tres peces que se echaban la siesta a la sombra, bajo los tamariscos bordeando el pantano. De cada movimiento del insecto nacía un nuevo círculo que, al crecer, empujaba a sus antecesores. Difícil imaginar que un bichito tan insignificante pueda generar tal desplazamiento de agua. Qué era ? un escarabajo ? un grillo ? En todo caso, un temerario al cuál le costaba volver en tierra firme y que no podía a esta hora ni siquiera contar con el más minimo soplo de aire.

Sentado sobre sus talones el mosquero no perdía ni una migaja del espectáculo. ¡ Joder ! qué calor en el fondo de este caldero ! Lo cambiaba por las riberas frescas del río que por este domingo de junio había preferido abandonar. Demasiada gente arriba en el monte, y también, sin que hasta ahora no se lo haya claramente reconocido, demasiadas truchas. De hecho, cada vez más gente y cada vez más truchas. Por lo menos aquí estaba tranquilo.

Por su derecha, mucho antes que las ondulaciones hayan llegado a la sombra de los arbustos, el pez más grande empezó a animarse. Vaya tú a saber lo que lo había alertado y que mereció a la primera señal un raid a pleno sol. Cuando llegó al contacto del círculo exterior, circunspecto, le dió casi toda la vuelta antes de decidirse a salvarlo. Después, en una trayectoria determinada, llegó pronto en vista del insecto, lo examinó brevemente, y, con un chupetón implacable, se lo tragó.

El mosquero exultaba. A su vez, se decidió y se hizó la promesa que de ahora en adelante, se dedicaría a pescar unicamente los auténticos peces del Señor. Se levantó y sin prisa regresó a su coche. Mientras estaba montando su látigo, observaba las tres carpas que ahora estaban sin duda alguna en busca de otros bocados.



Gracias J, siempre es un placer leerte, espero en breves tenerte por nuestra tierra de nuevo.

1 comentario:

  1. Estupendo relato. Tan descriptivo que parecía que yo estaba allí.
    Ahora que ha comenzado la temporada, ya pueden venir muchos de estos.
    Un saludo.

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