lunes, 4 de febrero de 2013

Truchas fuera de lo común

AEMS Ríos con Vida, ha publicado recientemente un nuevo informe sobre los perjuicios de la repoblaciones ilegales con truchas comunes alóctonas. El mismo ha sido científicamente revisado por:

Dr. Ignacio Doadrio Villarejo
Profesor de Investigación del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC).

Dr. Carlos Fernández Delgado
Catedrático de Zoología de la Universidad de Córdoba.

Dr. Diego García de Jalón Lastra
Catedrático de la Escuela Superior de Ingenieros de Montes de la Universidad Politécnica de Madrid.

Dr. Carlos García de Leániz
Senior Lecturer. Department of Biosciences de la Universidad de Gales.

Dr. José Luis García Marín
Laboratorio de Ictiología Genética. Profesor Titular de Genética de la Universidad de Gerona.

Dr. Carlos González-Antón Álvarez
Catedrático EU de Derecho Administrativo de la Universidad de León. Abogado de Ecourban Consultores.

Lo que le da al informe una gran seriedad, más allá de los "ecologetas" de AEMS, como los definen mucho pescaderos.

Realmente es una pena que la Administración y las asociaciones de pesca apuesten por este modelo de "cisternazo" cuando lo ideal sería primero intentar recuperar los ríos donde las truchas aún sobreviven. 
Como ya he comentado en alguna ocasión, se ven claros ejemplos de lugares que año a año se va viendo su recuperación, sin necesidad de llenar el río de peces de granja, que nada aportan al río (si a algunos pescadores a los que llena su ego) y por el contrario dejan muchos perjuicios.


No copiaré aquí todo el informe, ya que lo podéis encontrar en la siguiente dirección: http://riosconvida.es/pdfs/informes/Informe_Truchasfueradelocomun_RiosconVida.pdf

Pero si copio las conclusiones que me parecen muy esclarecedoras:

"(...)

Conclusiones

Teniendo en consideración el Derecho aplicable y los resultados científicos obtenidos en las
diferentes cuencas objeto de este informe, concluimos que:

• La distribución de la diversidad genética indica un patrón complejo en la distribución de
las vulnerables poblaciones autóctonas de trucha común, donde pueden existir diferencias
genéticas importantes entre poblaciones muy próximas. Así, la gestión de la biodiversidad
íctica ha de tener en cuenta esencialmente las poblaciones naturales, en este caso de trucha
común, y reconocer y proteger su singularidad genética, especialmente mediante la creación de
“reservas genéticas” por cuencas enteras y no solo por tramos de río o espacios protegidos o
de la Red Natura 2000, muy escasos y con efectos limitados.

• Ante la elevada diversidad local, si el objetivo es aumentar las existencias de truchas pescables
se debería procurar un aumento de las poblaciones a través de las mejoras del hábitat, y
reducir la explotación a niveles autosostenibles por la reproducción natural. Asimismo, como
la pesca se rige por criterios deportivos y de entretenimiento, la gestión pesquera debería
potenciar la evidente alternativa de la pesca de captura y suelta, o sistemas que minimicen la
extracción de truchas del ecosistema fluvial.

• Recomendamos la eliminación progresiva, a corto plazo y definitiva de las líneas alóctonas de
repoblación y mucho más teniendo en cuenta la actual legislación en vigor sobre biodiversidad.
Las sueltas con ejemplares de repoblación para tramos de pesca intensiva, en el caso de que
existiesen, deberían localizarse exclusivamente en zonas aisladas completamente del medio
natural, como antiguas graveras o balsas de riego.

• Siguiendo criterios muy restrictivos y para casos verdaderamente excepcionales, nunca como
método de suelta intensiva e incluso ordinaria, la creación de líneas de cría nativas podría servir
para la reintroducción de truchas en hábitats fluviales recuperados, pero ha de tenerse siempre muy
presente la pérdida de genes adaptativos durante el proceso de aclimatación de los ejemplares
nativos a las piscifactorías, una pérdida muy importante, y el coste económico y de oportunidad
de generarlas gracias a medidas más sencillas y prioritarias, como la simple translocación de
reproductores desde poblaciones naturales donantes próximas a la cuenca a recuperar (con huevas
obtenidas de los mismo tras fecundación in situ y depósito ulterior en cajas Vibert).

• La suelta sin más de variedades alóctonas de trucha común en zonas distintas de su origen es
una actividad carente de amparo jurídico, lo cual puede ser objeto de sanción de todo orden
jurisdiccional y llevar aparejada la responsabilidad pecuniaria, medioambiental y personal
correspondiente, además de la nulidad de pleno Derecho de los contratos del sector público y
de los convenios con entidades colaboradoras, por tener un contenido legalmente imposible.

• El coste de oportunidad de dedicar fondos públicos a una actividad ilegal representa otra
cuestión de fondo, dado que esas partidas han de dedicarse la restauración del hábitat y a
la recuperación de la biodiversidad fluvial autóctona, sobre todo cuando escasea el dinero.

Actualmente es un derroche inaceptable. (...)"

Algunos "pescaderos" ya han puesto el grito en el cielo por dicho informe, otros que en el pasado tanto han ladrado, están bien calladitos ante lo evidente, porque al final, todos somos científicos de pacotilla, como mucho aficionados, pero cuando los científicos de verdad hablan, solo queda callarse y escuchar, y si luego queremos seguir echando truchas desconocidas a los ríos, no hablemos como científicos y no digamos que no hay estudios, digamos que somos unos egoistas, que solo queremos llenar nuestro ego con peces de granja.

3 comentarios:

  1. Muy buen aporte, gracias por compartirlo.

    Un saludo!!

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  2. Me alegra que haya salido a la luz este estudio, quizás así se vayan concienciando todos esos pescadores que hablan desde la ignorancia y el egoísmo.
    Quizás así se den cuenta de que lo que está en juego es de un valór muchísimo más elevado que la satisfacción personal y económica de algunos.
    Quizás así se den por enterados de que todos queremos lo mismo, unos ríos sanos y llenos de vida.
    Quizás así asuman el sacrificio como algo necesario para que nuestros hijos también puedan empapar su espíritu en las aguas que nos han visto crecer.

    Gracias por el aporte Alfonso. ¡Un saludo!

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  3. Paco Pepe Vázquez Cea25 de febrero de 2013, 21:54

    ¡Bravo!. Si bien es cierto, que en general los estudios brillan por su ausencia -como norma general- y no sólo de población, sino de comportamiento, por ejemplo migraciones. La verdad es que llevan los señores científicos toda la razón. Es una lucha ardua, pero no hay que dejarse llevar. Un saludo.

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