lunes, 7 de mayo de 2012

Al Señor Tomás

Hablo hace un rato con mi padre y me dice que ha muerto el Señor Tomás.

Supongo que nadie, de los que por aquí os pasáis de vez en cuando, sabéis quién era el Señor Tomás. Pues era un pescador, un buen pescador, de esos ribereños que llevan toda la vida yendo a pescar al Duero, con su bicicleta y sus gafas de sol. 
Pescaba a plomo, con lombriz, con patata, con cangrejo... Aunque hacía unos años se había pasado a la veleta inglesa e iba con el club Nuestra Madre a pescar en un autobús lleno de pescadores, en su mayoría jubilados.

El Señor Tomás era amable y siempre sonriente. Nunca tuvo problemas, cuando yo era un crío, en enseñarme lo que sabía o en contarme su historias de pescadores. Al ser el abuelo de un amigo, el Señor Tomás siempre tuvo su casa abierta para mi. Era un icono de la pesca en Villaralbo, nuestro pueblo, era de los "míticos", de los de siempre.

Aún recuerdo esas tardes de verano en el Duero, cuando yo ni sabía que era eso de la pesca a mosca, y todos los pescadores del pueblo echaban sus cañas en esas posturas que siempre daban peces: espera la vaca, la cuba, las islas, San Miguel, la presa, el roto... Cientos de horas viendo el agua correr y contando esas historias de pescadores como si de viejos lobos de mar se trataran. Los críos no osábamos interrumpirlos ni opinar sobre el tema: solo escuchar, imaginar y aprender. 


Me ha dado mucha pena su muerte y no puedo por menos que dejar que las lágrimas y la melancolía se apoderen de mi. Otro trocito de mi infancia que se pierde para siempre, salvo en el recuerdo. 

Ahí arriba te encontrarás con otros buenos pescadores como eran el Señor Nisio o Danone, seguro que estaréis pescando a orillas del Duero, porque si el cielo existe de verdad, tiene que haber un Duero.

Descansa en paz Tomás.

8 comentarios:

  1. Recuerdo que alguna vez sí me hablaste de él. Una pena, pero la vida es asi...

    Un abrazo enorme...

    Bicos

    ResponderEliminar
  2. Pues si, un a pena pues con tus comentarios es como si le hubiera conocido.Siempre peredemos alguien por el camino que no se puede reemplazar y siempre nos quedaremos con los recuerdos.Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. Descanse en paz y espero que este pescando allá arriba en un precioso río, repleto de peces.

    ResponderEliminar
  4. El rio que nos lleva.....Pero nos queda el recuerdo y esto hace que perdure en la memoria.
    Q.p.d.

    ResponderEliminar
  5. Siempre es duro perder a un maestro y más si es un maestro de una disciplina que seguimos practicando como es la pesca. Uno recuerda sus hazañas, sus anécdotas y sus experiencias. Basta que lo recuerdes para que siga vivo.
    Allá donde se encuentre, que siga pescando.

    Descanse en Paz.

    ResponderEliminar
  6. Realmente hay pocas personas que merezcan la pena y a las que puedas llegar a admirar, y cuando no están duele, duele mucho.
    No sé si existe el cielo o no, pero seguro que estarían orgullosos de qué alguien las recuerde cuando se van.

    ResponderEliminar
  7. Descanse en paz. Con tu comentario me parece como si le hubiera conocido desde crio. Ojalá todos, cuando llegue nuestra hora, tengamos alguien como tú, que nos honre y nos recuerde.
    Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar