Esta semana he despedido la temporada truchera, al menos en cuanto a truchas más o menos de verdad y de río, pues siempre nos quedarán los intensivos. Prácticamente también despido la temporada de pesca en general, pues por aquí no veo yo muchas posibilidades de realizar otro tipo de pesca, no así en Zamora, donde los barbos y los lucios aún me mantenían ocupado los meses fríos.

Con la llegada del otoño las riberas se ponen realmente bonitas, con colores maravillosos. Colores ocres, amarillos intensos, marrones... Sin duda es la estación que más me gusta y cuando más bonito y melancólico está el bosque.


Tengo que agradecer a Javier Moreno sus consejos e indicaciones, que me permitieron descubrir algunos sitios preciosos para poder tentar estas truchas pirenaicas. El pasado día 28 pudimos conocernos y compatir una jornada de pesca, de escasas capturas, pero gratificante por conocer a un nuevo compañero de pesca e intercambiar información sobre técnicas y tácticas.


A penas pudimos sacar tres truchas cada uno, el agua a 8ºC no permitía hacer mucho más. Otros usuarios del río pescaron con San Juan Worn, streamers y demás moscas destinadas a truchas un tanto "foráneas". Nosotros decidimos tentar a las truchas más "autóctonas" con ninfas de toda la vida, con la esperanza de clavar una de esas grandes comunes que habitan en este río. Javier clavó y sacó esta trucha tan guapa y que sería la mayor del día.





Por momentos pensé que me iba a salir alguno de esos duendes que Xibeliuss busca incansable por los bosques de Sanabría.

He dedicado la mañana a mover mis ninfas aquí y allá, las truchas fueron saliendo poco a poco, hasta un punto en el que desaparecieron completamente, no sé si porque llevaba algún pescador delante que no veía o porque eran zonas con trucha repoblada, mucho más inactiva estos días de aguas tan frías.
Con la llegada del otoño las riberas se ponen realmente bonitas, con colores maravillosos. Colores ocres, amarillos intensos, marrones... Sin duda es la estación que más me gusta y cuando más bonito y melancólico está el bosque.
Tengo que agradecer a Javier Moreno sus consejos e indicaciones, que me permitieron descubrir algunos sitios preciosos para poder tentar estas truchas pirenaicas. El pasado día 28 pudimos conocernos y compatir una jornada de pesca, de escasas capturas, pero gratificante por conocer a un nuevo compañero de pesca e intercambiar información sobre técnicas y tácticas.
A penas pudimos sacar tres truchas cada uno, el agua a 8ºC no permitía hacer mucho más. Otros usuarios del río pescaron con San Juan Worn, streamers y demás moscas destinadas a truchas un tanto "foráneas". Nosotros decidimos tentar a las truchas más "autóctonas" con ninfas de toda la vida, con la esperanza de clavar una de esas grandes comunes que habitan en este río. Javier clavó y sacó esta trucha tan guapa y que sería la mayor del día.
Hoy me acerqué de nuevo, el río había bajado un poco, pero el agua seguía congelada, fruto de los deshielos de la nieve caída la semana pasada. Y es que he estado pescando a 22 ºC, cuando justo hace una semana lo hacía a 2ºC bajo cero. El bosque de ribera estaba precioso!!
Por momentos pensé que me iba a salir alguno de esos duendes que Xibeliuss busca incansable por los bosques de Sanabría.
He dedicado la mañana a mover mis ninfas aquí y allá, las truchas fueron saliendo poco a poco, hasta un punto en el que desaparecieron completamente, no sé si porque llevaba algún pescador delante que no veía o porque eran zonas con trucha repoblada, mucho más inactiva estos días de aguas tan frías.
Al final puse en la sacadera siete truchas, todas preciosas y perfectas. Ésta es la última del día y de la temporada.

El año que viene nos volveremos a ver, espero que tengas unos centímetros más. Ahora lo que toca es mucha mesa de montaje, mucha pradera entrenando lance y mucho soñar estos días de frío en esas truchas que tantas horas de sueño me han robado.
El año que viene nos volveremos a ver, espero que tengas unos centímetros más. Ahora lo que toca es mucha mesa de montaje, mucha pradera entrenando lance y mucho soñar estos días de frío en esas truchas que tantas horas de sueño me han robado.