
Estos días he podido de disfrutar a tope de parajes solitarios, perdidos. Seguramente algunos conocidos por muchos de vosotros, pero aún así, obviaré sus nombres y localizaciones.
Algunos rincones están a la vista del todo el mundo, pero no se por qué pasan desapercibidos para la mayoría. Tal vez sea que en el río cada día veo a más gente con prisas por el mismo, sin pararse cinco minutos a observar esas zonas de río que parecen muertas.
En estas zonas salen truchas preciosas y perfectas.

Que deben de volver a su medio una vez que nos hicieron disfrutar.

Otros rincones están realmente perdidos, a los cuáles he llegado gracias a amigos que han depositado su confianza en mi.

Mi amigacho José María saco esta preciosidad un día lluvioso y oscuro que nos hizo pescar a 6ºC en pleno mayo.

Esta bonita trucha quiso comer una ninfita de faisán en un sitio donde teóricamente ya no quedan truchas.

Y no muy lejos de esa salió esta con un tamaño más que aceptable. Con heridas en su cola, ¿tal vez de la pareja de nutrias que vi en unas corrientes más arriba?

Y unos km aún más abajo media docena de barras de pan comían tranquilamente emergentes. Solo pude engañar a una y creo que era la más pequeña...
Que deben de volver a su medio una vez que nos hicieron disfrutar.
Otros rincones están realmente perdidos, a los cuáles he llegado gracias a amigos que han depositado su confianza en mi.
Mi amigacho José María saco esta preciosidad un día lluvioso y oscuro que nos hizo pescar a 6ºC en pleno mayo.
Esta bonita trucha quiso comer una ninfita de faisán en un sitio donde teóricamente ya no quedan truchas.
Y no muy lejos de esa salió esta con un tamaño más que aceptable. Con heridas en su cola, ¿tal vez de la pareja de nutrias que vi en unas corrientes más arriba?
Y unos km aún más abajo media docena de barras de pan comían tranquilamente emergentes. Solo pude engañar a una y creo que era la más pequeña...