domingo, 26 de junio de 2011

Moscas secas para aguas de alta montaña

Estos días que he estado pescando en ríos torrentosos, he podido probar varias moscas algo distintas a las habituales de pelo de ciervo o las tan efectivas Royal Wulff o Humpy. Por las caracteristicas de estos ríos y las condiciones ambientales, con muchos días nublados, he tenido que adaptar mis montajes.

El primero que os presento es una mosca de pelo de alce color paja y un falso hackle de pata de liebre ártica color dun (gracias Paco por esas cuatro patas).  Ambos elementos la convierten en una mosca con una flotabilidad extraordinaria. A modo de cuerpo le monté un tag de color chartreuse y un abdomen de color gris, ambos de dubing UV. Dándole un poco de grasa flotabilizadora a la liebre ártica, tenemos una mosca que nos puede flotar toda la jornada.


La segunda mosca pretende imitar un ecdyonurido de gran tamaño que ha eclosionado masivamente estos días. Cercos en V de pluma indio acerado, cuerpo en polipropileno color rojo teja y brinca en color carne-salmon, alas en CDC color caqui y un falso hackle de liebre ártica color dun recortado por abajo. En un tamaño del #12 me ha levantado muchas truchas, si bien es cierto que las pequeñas fallan mucho al tomarla, pero las grandes las mueve de manera muy efectiva, sobretodo a partir de las seis o siete de la tarde.



En estos ríos de montaña a veces las truchas también rechazan, sobretodo en los pozones donde el agua discurre algo más lenta. Los parachutes de tamaños algo más comedidos, digamos en un #16, son tomados con mayor confianza por ciertas truchas recelosas. El poste en naranja fosforito hace que, aunque tengamos brillos o reflejos de frente, la veamos nada más posar. Esta mosca con cercos en pardo, cuerpo rojo teja brincado de amarillo huevo, tórax de antrón color marrón y hackle grizzly, me ha dado muy buenas truchas en las zonas más lentas de los pozos.


También he asistido a eclosiones de "pardones" o por lo menos yo los veía así. Para imitarlos en cierto río de aguas muy movidas que siempre está lleno de reflejos, he utilizado este tipo de mosca en un anzuelo del #14 con cercos en pardo, cuerpo en polypropileno color tan, brinca marrón, tórax en antrón color oreja de liebre y alas en CDC color caqui. Para abrir las alas a modo de saco alar he utilizado fibras sintéticas de las utilizadas para hacer los postes de los parachutes, que una vez abatidas hacia adelante las he vuelto a abatir hacia atrás, dejando un pequeño penacho que hace las veces de indicador de posición de la mosca.



Pues estas son las moscas más útiles me han resultado estos días, espero que a vosotros también os sirvan. No hay que olvidar los típicos modelos de Royal o tricos de ciervo con hackle, pero de esos poco más podría yo decir.

Nota: todas la moscas de las fotografías han sido utilizadas y han conseguido capturas, por eso alguna está algo despeluchada.

martes, 21 de junio de 2011

Fin de semana con los amigos de AEMS

Este fin de semana compartí unas entrañables jornadas de pesca con unos amigos de AEMS, aunque sentí mucho que al final Alfonso Soria se las tuviera que perder, tenía muchas ganas de conocerlo.
Comencé con una interesante cena el viernes en compañía de Chema Blasco y José Luis Bernal, en el marco incomparable de la casa Rural Estarrún en la localidad de Aísa y que lleva el nombre del bonito río que pasa por esta localidad. Realmente se me hizo la cena muy corta, pues se estaban tratando temas muy interesantes y daba gusto el empaparse de los conocimientos de Chema en el tema de conservación, hablando siempre desde un punto de vista científico y no desde la subjetiva visión personal de un pescador.



El sábado Chema y José Luis pescarían un coto sin muerte, mientras que yo había quedado con Victo y Jesús que vendrían desde Zaragoza y Mikel (https://anglershop.es/) que se acercó desde Pamplona. El objetivo era pescar en altura, tanto en ibones como en pequeños ríos.

Estos días están eclosionando multitud de pérlidos, tricópteros y unas efémeras enormes, de las que las truchas dan buena cuenta, así que nuestras moscas eran grandes y llamativas, siendo las moscas con grandes alas de cdc las triunfadoras del día.


La pesca en aguas quietas no deparó gran número de capturas ni de tamaño. Las truchas perseguían nuestras ninfas y streamers hasta la orilla sin que se decidieran a morderlas con decisión.


En el ibón apenas sacamos algo más de media docena de truchas, eso si, mostraban una bonita lucha.


Después de comer Victor y yo decidimos andar un poco y desplazarnos hasta la parte alta de un pequeño río donde las truchas al principio se mostraron algo tímidas, pero que según avanzó la tarde nos mostraron su mejor cara, perdiendo la cuenta de las capturas realizadas, algunas de muy buen tamaño y otras aún mayores que se soltaron durante la pelea o que no acertamos a clavar.

Esta trucha de color oliva la clavó Victor de un precioso pozo al que le entraban tres chorros. Sin duda la reina del lugar.


Y como no, de vuelta de nuevo al agua...


Al final el día se puso frío y acabamos pescando a 6 ºC y yo tuve que acabar pescando con un forro polar y el goretex a modo de cortaviento. Fue una jornada interesante donde hubo que trabajar cada trucha que sacamos, pues el viento dificultó de sobremanera los lances.

El domingo quedé con José Luis para de nuevo pescar un río de alta montaña. Este día si que hacía calor y el viento ya no soplaba tanto como el anterior, así que hubo masiva eclosión de tricópteros y ecdyonuridos tipo "tiruriru" que acabaron activando sobremanera a las truchas.

José Luis, que el día anterior en el coto se quedó con un pequeño sabor amargo, disfrutó como un niño, solo hay que ver la tremenda sonrisa que no quitó en todo el día...


...cosa lógica si vemos las truchas que logró sacar.


Sin duda fue una jornada excepcional, tanto en el número como en el tamaño de las capturas, además que el día acompañó mucho y no hubo que sufrir pescando como el sábado.


Ha sido un bonito fin de semana acompañado de muy buena gente, de gente comprometida de verdad con el medioambiente, espero que lo podamos repetir pronto.

miércoles, 15 de junio de 2011

Alta Montaña (VI) Cerrando el círculo.

Lo recuerdo como si fuera ayer. Era miércoles y yo tenía 16 años. Miguel Casaseca me había citado esa tarde en su casa, yo no conocía a nadie en el mundo de la pesca a mosca y mis pocos conocimientos eran autodidactas. Miguel y su casa eran todo eso que yo solo había visto en catálogos yankees. Poco a poco de su mano aprendí muchos secretos de esta preciosa afición y me eduqué en el respeto por nuestros peces. Luego me presentó a Chaqui y ambos me transmitieron esa forma de entender la pesca mucho más allá del número de capturas o su tamaño, me hicieron ver la pesca desde el sentimiento.


Hace unos días contactó conmigo un chico de 16 años, Raúl. Hace poco que ha venido a vivir a Canfranc y me dijo de conocernos y si podríamos compartir algún día de pesca. Quedamos para pescar ayer y junto conmigo venía Paco Lizárraga.
No sé por qué siento la necesidad de que el conocimiento que a mi me aportaron de forma altruista debía transmitirlo de la misma forma. De esta manera el círculo se cierra de nuevo.


El objetivo del día era pescar una zona bastante conocida, que en principio no nos aportaría muchas capturas pero, como siempre, hay que subir a la alta montaña con la mente abierta y nunca pensando en grandes pescatas. En estos ríos altos la normalidad no abunda pues son cambiantes y caprichosos.


Tras un almuerzo cojonudo en el Bar El Rincón del Pirineo en Canfranc Estación (lo recomiendo encarecidamente), nos pusimos rumbo a nuestro río. La subida es algo incómoda por la cantidad de piedras sueltas que hacen que apoyes mal el píe constantemente. Sobretodo hay un repecho bastante inclinado y donde tracionas muy mal, que calienta piernas y culo que es un placer. Lo ideal es subir en botas de montaña, el wader en una mochila y luego cambiarte arriba.


El paisaje es acojonante.


El río pequeñito y como todos los de alta montaña muy bonito. Además venía ideal de agua.


Paco empezó el día con una de sus curiosas moscas, de esas que no sabes si las truchas las atacarán con ganas o se morirán de un infarto.


Como siempre en estos ríos, bajos largos y pesca de punta.


Qué suerte tuvo ayer Raúl con Paco, no todos tienen la oportunidad de aprender de primera mano de alguien así.


Y Raúl es un chico que aprende rápido y así fue el primero que mojó, sacando la primera trucha. La verdad hay que decir que el chico se maneja muy bien en el río, falta pulir algunas cosas pero poco a poco, tiene un montón de años por delante.


Por muchos foros, por muchos libros o por muchos vídeos que veas, la mejor manera de aprender es pescando con alguien que sepa, que te corrija en el acto y que te oriente.





A pesar que el día fue regular, por no decir muy malo, en cuanto a capturas, Raúl iba sacando alguna truchilla de vez en cuando. Qué bonitas son estas truchas de montaña!!


Paco clavó una buena trucha en un pozo, pero se soltó antes de que pudiera hacerle la foto. De todos modos el bambú exagera las capturas un montón, dobla que parece que cada trucha es de dos palmos.


Las moscas las de siempre, Royal Wulff y los tricos de ciervo, eso si, en tamaños generosos siempre.


Y claro, tanto enseñar al chaval que al final te moja la oreja con más capturas que tú y encima te saca la trucha más grande del día.



En esta poza y a pesar de las indicaciones de Paco, no conseguimos hacer subir a ninguna de las truchas que veíamos puestas en el pozo. Esas ya saben latín y estamos aún empezando la temporada de alta montaña.



Poco a poco y según avanzaba la tarde fuimos subiendo por este precioso valle. A ratos se nos nublaba el día, pero eso lejos de ser un inconveniente era todo un alivio pues el sol a esta altura quema de verdad.


Espero que a Raúl este día le sirviera para empaparse de los conocimientos de un veterano pescador como es Paco. Creo que tiene un buen futuro en esto de la pesca a mosca y ha venido a vivir a un buen sitio para tentar estas truchas del Pirineo oscense.


El último tramo de la jornada no nos deparó capturas, si ya las truchas estuvieron tímidas todo el día, contra la tarde bajaron su actividad hasta hacerse totalmente nula.


Eso si, disfrutamos de unos paisajes maravillosos y espectaculares.


Allí abajo, pequeñitos, ve aprecian a mis dos compis de pesca intentando tentar las truchas de la cascada.


Como vimos que las truchas ya no estaban por la labor, pusimos rumbo de nuevo a la civilización, no sin antes echar un último vistazo a este increíble paisaje que nos ofrece la montaña.


Ha sido un placer conocerte Raúl, espero podamos compartir nuevas jornadas de pesca en un futuro.

martes, 14 de junio de 2011

Big carp in dark water

Porque a veces el tamaño si importa...



Esta vez fue en aguas someras, pero estos bichos en corriente tienen una potencia increíble. Sinceramente no me veo yo con la caña del #5, sino más bien con una #8.



Este francés es un fenómeno. Ya tengo ganas de volver a pescar contigo amigo!

lunes, 6 de junio de 2011

Alta Montaña (V). El orgasmo.

No puedo dormir, mañana me espera una jornada de pesca en la que tengo puestas muchas expectativas. Me levanto y enciendo el portátil, aprovecharé a mirar el tiempo para mañana a ver si me entra el sueño.
¡Cojones! Dan alerta amarilla por lluvia y tormenta. Pues mañana y pasado son los dos únicos días que libro esta semana así que subiré y si se pone fea la cosa para abajo de nuevo, qué le vamos a hacer... Aunque a 1.800 m. las tormentas tienen que ser una cosa realmente jodida...


A las 11 h. de esta mañana me he presentado en este pequeño riachuelo de alta montaña. Abajo, en los valles, está lloviendo con ganas, aquí de momento el tiempo me respeta. Para las 18 h. hay previsión de tormentas y fuertes trombas de agua, por lo que hay que aprovechar al máximo estas horas que quedan.


Junto al río pastan bastantes vacas. Yo que soy de la meseta, siempre desconfío del ganado pues en mi tierra es mucho el ganado bravo que hay en las fincas y dehesas junto a los embalses donde pesco barbos y no es raro el año que se escuchan noticias de ataques de reses bravas a pescadores. Está claro que estas vacas no son bravas, pero yo siempre las miro con recelo. Aún recuerdo una vaca de mi abuela corriendo calle arriba a mi hermano cuando era un crío.


Serán mis espectadores de lujo en este día que tanto promete...


...a parte de las marmotas, que en estas cotas están por todos lados.


Mi compañero esta vez, como en tantas, será de nuevo este chucho al que tanto cariño le tengo. La verdad es que llevaba varios días sin poder sacarlo al campo como él merece y ya lo notaba algo ansioso. Hoy desfogará, seguro.


Bajo unos cientos de metros aguas abajo para ir subiendo pescando. Me encuentro que en esta parte el río está algo tomado por consecuencia de un pequeño barranco que baja de otro valle más alto y que trae el agua color chocolate, probablemente a consecuencia de alguna tormenta.


Decido poner un tándem con un parachute de PLA y una pequeña ninfa de oreja de liebre color óxido con cabeza dorada. Primer lance, deriva y se hunde el parachute, clavo y ya tengo la primera trucha del día. Una preciosa trucha con un tamaño muy bueno para el tipo de río que es.


Cuando estoy desanzuelando este pez, veo por el rabillo del ojo que en la misma postura se ha cebado una buena trucha. Lanzo el tándem y no ha derivado ni medio metro cuando esta buena trucha toma violentamente la mosca seca. Buena pelea y al final a la sacadera. Uf! vaya comienzo!


Al agua de nuevo!


Sigo pescando y observo que las truchas están cebándose. Es algo nuevo para mi, pues siempre pesqué en la alta montaña al agua, nunca sobre cebadas.
Toy hoy se está comportando y de momento no se mete en ninguna postura. Se nota que hace frío y no quiere mojarse.


En unos 50 metros tengo infinidad de picadas y encontronazos con las truchas. Están eclosionando perlas máximas, isoperlas, pardones, tricópteros color paja y otras dos especies de pequeñas efémeras más. Las truchas se están poniendo las botas y las grandes están en postura.

Impresionante el tamaño de trucha que está saliendo. No me lo puedo creer. Las ves mover en la corriente o directamente cebarse, lanzas y suben totalmente francas y agresivas. A parte son muy saltarinas, nada más  sentirse clavadas pegan unos saltos tremendos fuera del agua.



Estoy flipando. Esto parece un vídeo de esos caros viajes con los que tantas veces babeo, pequeños ríos con grandes truchas en paisajes de película. Por Dios que no suene la alarma del reloj y me despierte de este sueño.
Creo que Toy está igual de asombrado que yo.


Sigo subiendo y llego a un punto donde no veo cebarse ningún pez. El tándem lo he quitado ya que las truchas suben francas a la seca y así gano en precisión en los lances.
En la otra orilla veo un pequeño remanso, poso mi Royal Wulff y levanto mucho mi caña para que la corriente no tire del bajo. Un segundo, dos segundos..... y una enorme boca toma suave la mosca, clavo y la trucha corre río abajo sacándome unos metros de línea. Menos mal que voy con un 0,15 mm sino con tanta roca por medio ésta me parte fijo.


Tras una buena pelea logro meter en la sacadera a este truchón, el más grande del año hasta ahora. Y yo que pensaba que alta montaña significa truchas pequeñas!


Foto de rigor y al agua que seguro que eres una magnífica reproductora.


Después de liberar el pez no puedo por menos que gritar. Estoy feliz, eufórico. Está siendo una jornada para no olvidar en mucho tiempo.


Son las 13:30 h. llevo dos horas pescando y he traído a la mano 13 truchas, 5 de ellas muy guapas. Saco el bocata y me relajo un poco de tanta emoción.
He superado el barranco que me ensuciaba el río. Además me he fijado que le aportaba gran cantidad de agua, en esta zona alta el río viene algo más corto de caudal.


Como veo muchos pérlidos volando, opto por atar una mosca que me regaló Joaquin el año pasado. Se trata de una gran stonefly en foam y ciervo.
Las truchas, incluso las de pequeño tamaño, la atacan sin piedad y con gran violencia.

 
Poco a poco y trucha tras trucha voy subiendo. El río se encañona por momentos y se forman profundos pozos.


Con un parachute de falso hackle de PLA, con poste naranja para poder verlo bien con tanto reflejo, voy clavando unas cuantas truchas más. Todas tienen un tamaño entre 22 y 28 cm. que no está nada mal para un río tan pequeño.


Son las 16:30 h. y recuerdo lo que leí ayer sobre las tormentas que se formarían por la tarde, como voy a tardar una hora y media por lo menos en bajar de nuevo a la civilización, opto por recoger e irme. Con casi treinta truchas, y varias de tamaño excepcional, me doy no solo por satisfecho, sino casi por empachado.


Hoy ha sido una de las mejores jornadas de mi vida, no solo por las truchas y su tamaño, sino por el río, el pedazo de eclosión, el paisaje, la soledad, los olores, los sonidos y la aventura que es que en plena alerta por chubascos fuertes, cuando todos se quedaron en su casa, subas a la montaña y a penas te caigan unas gotas de agua.